Aclararnos nosotros mismos y que los alumnos perciban con nitidez hacia donde vamos y hacia dónde les llevamos, tanto en lo referido al programa de conocimientos como a la meta final (tipo de persona) dentro de la sociedad.
La educación no consiste principalmente en la transmisión de conocimientos, sino en la motivación interna del alumno, consiguiendo que descubra y cultive sus capacidades, su originalidad e iniciativas personales.
Es labor primordial de la educación proporcionar tranquilidad y satisfacción, insistiendo en la eliminación de los complejos que lo impiden.
Se debe promover constantemente la capacidad creadora, de esfuerzo (hábitos) y de decisión.
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