Seguimos creando y aunque parezca sencillo no se lo ponemos tanto…hay que esforzarse, ya veremos a ver qué sale.
La tarde se presentó fantástica para culminar, como los buenos montañeros la cima del Rapitán, privilegio de unos pocos pasear por las alturas…y así fue, un espectáculo único en el Pirineo…y ahora, no se oye ni a las moscas, igual es que están cansados y duermen profundamente 🙂